Tecnología LED: sinónimo de ahorro

En los últimos días el precio de la electricidad se ha disparado; ante esta situación es importante contar con electrodomésticos y dispositivos eficientes energéticamente. Alrededor del 25% de la energía que se consume en un hogar va destinada a la iluminación, y por esta razón, la utilización de la tecnología LED es una forma inteligente para ahorrar en nuestra factura de la luz.

Ahorro energético

El 90% de la energía que consume una bombilla LED se transforma en luz, en cambio, en otras formas de iluminación se desperdicia gran parte de la electricidad utilizada, en forma de calor. Esta es la razón por la que instalar lámparas con tecnología LED nos aporta gran ahorro energético.

Ponemos un ejemplo de una bombilla incandescente de 60W, que equivale a 8W LED, con 10 horas de funcionamiento diario y con un precio de la luz por kilovatio de 0,15€ (el actual):

  • 60W x 10 horas x 365 días / 1000 = 219kWh x 0,15€ = 32,85€ / anuales
  • 8W x 10 horas x 365 días / 1000 = 29,2kWh x 0,15€ = 4,38€ / anuales

El ahorro anual es de 28,47€ por substituir una bombilla incandescente de 60W a una bombilla LED de 8W, que nos proporcionará la misma cantidad de lúmenes.

Tabla de equivalencias en Lumen

El lumen es la medida de la potencia luminosa percibida; a más lúmenes, más potencia de luz. Os dejamos una tabla de equivalencias entre bombillas LED, bombillas incandescentes y los lúmenes que ofrecen:

Vida útil

Una de las principales ventajas de la tecnología LED es su vida útil, alrededor de 30.000 y 50.000 horas, muy superior a la que poseen otras luminarias, ya sean halógenas, fluorescentes… Además, esta tecnología no sufre si la encendemos y apagamos continuamente.

La vida útil de una fuente de luz es el tiempo durante el cual la bombilla funciona sin perder rendimiento luminoso; es decir, la fuente LED sigue funcionando después de las horas de vida útil especificadas aunque con menor intensidad.

Medio Ambiente

La tecnología LED tiene un gran respeto sobre el medio ambiente, al contrario que las bombillas tradicionales, el LED no contiene mercurio. Además, casi el 100% de los elementos que componen el dispositivo LED son reciclables.

Como hemos dicho, el 90% de la energía eléctrica que consume el LED se convierte en luz, al contrario que las bombillas incandescente que únicamente convierte el 20% de la energía en luz, perdiendo un 80% en forma de calor. De esta manera, se reduce considerablemente las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Temperatura

Los grados Kelvin nos indican el tipo de color que tendrá la luz de nuestra bombilla; blanco frío, blanco puro y blanco cálido.

Con todo esto vemos que la tecnología LED además de proporcionarnos un ahorro en el precio de la factura de la luz, también tiene un gran respeto por el medio ambiente.

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